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Prometeo, el titán que arrebató el fuego al Olimpo para dárselo a la humanidad, sirve de modelo a la biografía de Robert Oppenheimer, el ‘padre’ de la bomba atómica. La vida de este físico extraordinario —tema de la próxima película de Christopher Nolan— nos devuelve a un período único de la historia de la ciencia: la revolución científica y tecnológica iniciada por la liberación de la energía nuclear, liderada por los físicos.
En el Paleolítico Medio coexistíamos con neandertales, denisovianos, ‘hobbits’ de la Isla de Flores, Homo erectus, Homo luzonesis y quizás otra especie aún no identificada. Todos estos desaparecieron, pero los genes de algunos perviven en nuestro ADN. La genética ha sido crucial para estos hallazgos. Así lo recoge el libro de Tom Higham, arqueólogo que participó del nuevo trazado del árbol de familia de la humanidad.
Un nuevo paradigma está emergiendo: la necesidad de una ciencia de la ignorancia. A contrapelo del ethos científico que aspira a la omnisciencia, un nuevo grupo de investigadores pone el foco en las crecientes incertidumbres que genera el aumento del conocimiento.
Los seres humanos fueron libres hasta que la civilización trajo la servidumbre y la esclavitud. O lo eran, pero vivían en una guerra civil permanente que hizo necesario el Estado pacificador. Los dos relatos dominan la explicación sobre el origen de la desigualdad. El amanecer de Todo contrapone más variedad: federaciones sin jefes permanentes, obras públicas gestionadas por usuarios, reyezuelos que solo mandaban en invierno, aristocracias guerreras y ciudades gobernadas por consejos municipales.
La ciencia nació en Europa de la mano de un puñado de luminarias: Copérnico, Galileo, Descartes, Bacon y Newton, principalmente; y de allí se difundió a un planeta sumido en las tinieblas y la superstición. Este relato canónico está siendo disputado por historias menos eurocéntricas que reconocen las aportaciones de precolombinos, musulmanes, africanos, indios y chinos. Un ejemplo es la obra firmada por James Poskett.
Hace 50 años se publicó ‘Los Límites del Crecimiento’, un informe sobre la evolución ambiental de nuestro planeta. Con advertencias sobre el agotamiento de los recursos naturales propiciado por la voracidad desarrollista, fue tachado de catastrofista por unos y de hito en la concienciación por otros. Inauguró un debate sobre la sostenibilidad de la civilización industrial que la actual crisis energética ha puesto al rojo vivo.
El término ‘desaparecido’ fue aplicado por las Madres de Plaza de Mayo a los secuestrados por la dictadura argentina. En su nuevo libro, el sociólogo Gabriel Gatti explora su utilidad para dar cuenta del anormal estatuto de los descendientes de haitianos privados de nacionalidad en la República Dominicana, los emigrantes sin nombre ahogados con sus pateras o las mujeres ‘esfumadas’ en Tijuana, entre otros muchos expulsados de los mapas por un sistema que los considera desechables.
Hasta bien entrado el siglo XX, el pronóstico meteorológico tenía mucho de artesanal y poco de científico. En su mejora tuvo mucho que ver la primera predicción con números, realizada por Lewis Fry Richardson hace un siglo. La aportación del matemático británico, reforzada por el avance informático, hizo que diera un salto enorme en rapidez y precisión.
Los antisistemas, el sistema solar, el sistema capitalista, la terapia sistémica o el ecosistema son algunos de los usos del término “sistema” que empleamos sin detenernos a pensar qué significa. Aclarar su sentido y relevancia es el primer objetivo del libro póstumo de la bióloga Donella Meadows, Pensar en sistemas; el segundo es que aprendamos a detectar y corregir los fallos de los diversos sistemas que ocasionan hambre, guerras, pobreza y cambio climático.
El año 2000 no trajo el cielo prometido ni el infierno tan temido. No ingresamos en una Edad de Oro ni se produjo el fin del mundo, pues la realidad, con su complejidad y sus claroscuros, no encajó en ese esquema bipolar. No es que faltasen novedades, pero la mayoría han sido eso: novedades imprevistas. Publicamos un extracto de Historia del futuro, un libro en el que el sociólogo Pablo Francescutti recorre las especulaciones del pasado sobre lo que vendrá.