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Entrevista a Manuel Doblaré, director científico del CIBER-BBN

“Se va a imponer la prevención desde casa o desde los centros de atención primaria”

El Centro Nacional de Investigación Biomédica en Red sobre Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN) es el único centro en red que no estudia una patología determinada, quizá por eso sea el menos conocido. SINC ha podido hablar con Manuel Doblaré, su director científico desde 2006, para ponerse al día de los últimos avances en tecnología médica.

Manuel Doblaré
Manuel Doblaré, durante el XVI Congreso Nacional de Hospitales. Foto: SINC.

¿Hoy la tecnología es una limitación para la investigación biomédica?

La medicina está sufriendo un cambio radical. Y un papel muy importante lo está desempeñando la tecnología. Creo que la limitación no es tanto la tecnología, sino el conocimiento de los procesos. Por ejemplo, los procesos de regeneración celular, todo lo que hace una célula en un entorno concreto no se conoce muy bien. Todavía estamos en un momento donde la investigación básica es imprescindible.

Y el equipamiento es fundamental…

El equipamiento necesario para trabajar, por ejemplo, en nanomedicina es muy caro. Por eso es muy difícil tenerlo todo en un único sitio. Nuestras mayores apuestas y las claves de un centro en red son las plataformas de equipamiento. Si se coordinan los equipamientos disponibles en distintos sitios, podremos ofertar servicios mucho más amplios. En nuestro centro vimos con qué contábamos, después vimos lo que necesitábamos para complementar, luego tomamos decisiones sobre la ubicación de los equipos para que se utilizaran mejor, y al final coordinamos todos los equipamientos e incluso los de otras instituciones con las que podemos establecer convenios de uso compartido. Eso es algo único y es un valor muy importante de nuestro CIBER.

¿Cómo es el traslado de la tecnología a los pacientes?

Una de nuestras prioridades es la cercanía. Hay que trasladar rápidamente los avances de la investigación a los hospitales. Es lógico que en España la investigación en tecnología esté centrada en las facultades de ingeniería, ya que en los hospitales se investiga mucho más en la clínica, directamente en las patologías. Pero creo que es una pena, por eso nosotros lo estamos intentando solventar por todos los medios.

¿Cómo?

Por ejemplo, uno de nuestros proyectos más bonitos es una lente con monitorización de la presión intraocular de forma automatizada para la prevención del glaucoma. Es un ejemplo prototípico, y un caso de cómo un hospital que conoce el problema hace sugerencias a los investigadores y se convierte en un éxito. La colaboración entre todos los expertos es fundamental. Para eso se ha creado este CIBER.

¿Estamos muy lejos de poder regenerar un órgano completo?

Ya se han conseguido algunos éxitos muy prometedores, el problema es que se ha hecho en condiciones muy particulares y para pacientes concretos. Por ello, difícilmente se puede pensar en una traslación inmediata. Pero hay algunos casos que son espectaculares, como la regeneración de una mandíbula, que se presentó hace poco en Alemania, o el caso en España de una tráquea que fue cultivada con células del propio paciente y de un donante adulto.

¿La tecnología será la clave?

Es espectacular su utilización en el ámbito de ciencias de la salud y de la práctica clínica. Basta pasar por un hospital para darte cuenta de que cada vez hay más tecnología de última generación y sistemas de tratamiento de datos. Se va a imponer la prevención desde casa o desde los centros de atención primaria, por lo que la tecnología será básica. Además, desde el punto de vista de los que investigamos en tecnología, es muy bonito saber que estás investigando en algo que puede repercutir en la mejora de la salud de una persona. Por eso muchos grupos de ingeniería, de física y de química que trabajaban en otros ámbitos están pasando a trabajar en aplicaciones biomédicas.

Se trata de acercar el hospital a casa…

Sin ninguna duda, ése es el futuro. Los países como España que tienen un sistema de salud pública universal no serán capaces de mantener el gasto de aquí a 20 o 30 años si sigue la situación como hasta ahora. La única manera es descargar de pacientes el sistema de salud. ¿Y cómo conseguir esto? Diagnosticando antes, previendo. Haciendo que la gente tenga una educación mucho más importante y estableciendo medidas de formación, de acceso y de diagnóstico baratas para que cuando lleguen los pacientes al hospital sea porque, efectivamente, tienen que ir. Para eso las tecnologías son vitales.

Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina

En la actualidad el CIBER-BBN aplica la tecnología a las ciencias de la vida y cuenta con seis líneas de investigación fundamentales. Dos de ellas están relacionadas con la bioingeniería: la primera, con el diagnóstico multimodal, la integración de múltiples fuentes de datos para dar un diagnóstico más fiable y sinérgico, y la segunda, con dispositivos médicos inteligentes. Según Doblaré, “la idea es incorporar todos los sistemas de control, telemedicina y distintos elementos de captación de datos para tomar decisiones mejor fundadas”. Otras dos líneas de trabajo se centran en la ingeniería tisular o medicina regenerativa (como la endoprótesis e implantes de última generación), y las dos restantes se relacionan con la nanomedicina: una con el diagnóstico molecular y biosensores, y la otra con la liberación de fármacos, que estudia la manera más eficaz para que los medicamentos lleguen al organismo.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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